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jueves, 15 de febrero de 2024

LA PSICOLOGÍA JURÍDICA EN DERECHO CIVIL

El Psicólogo Jurídico puede actuar en el campo del Derecho Civil en diferentes procesos realizando una evaluación psicológica de la persona:

Incapacidades Legales

Internamientos Judiciales

Cambios de Sexo

Capacidad para hacer testamento

Impugnación de testamentos

Igualmente en caso de accidente (laboral, tráfico, etc), en que una persona emprenda acciones legales y exista una reclamación por daños psicológicos, se requerirá la peritación psicológica del demandante:

Evaluación de la Responsabilidad Civil

Determinación del daño asociado a enfermedades físicas

Secuelas de accidentes de circulación

Valoración de los grados de incapacidad o invalidez


Por ejemplo, en el caso de que exista una Lesión Cerebral producto de un accidente, existe un "Baremo de Tráfico" en el que se recogen las lesiones psicológicas derivadas, y que deben ser objeto de la adecuada peritación. Aquí puedes leer más sobre PERITACIÓN DEL TC

En caso de accidente (tráfico, laboral, atentado...) si una persona sufre una amputación traumática, tiene una consecuencia a todos los niveles que tiene que ser minuciosamente peritado desde el punto de vista psicológico: PERITACIÓN AMPUTACIONES TRAUMÁTICAS

Las PSICOPATOLOGÍAS JURÍDICAS hacen referencia a diferentes trastornos psicológicos que pueden tener repercusiones en la esfera judicial, como son el delirio querulante (persona que constantemente está interponiendo demandas, la mayoría injustificadas), la locura testamentaria, basada en la realización de un legado de difícil cumplimiento y el Síndrome de Amok, tipo de trastorno psicótico breve con escasa incidencia en culturas occidentales.




CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA AMPUTACIÓN TRAUMÁTICA

El análisis de la afectación psicológica de la persona que ha sufrido la amputación traumática de una extremidad, tiene que tener en cuenta varios factores. 


La pérdida de una extremidad supone lógicamente una pérdida de funcionalidad que incide en las oportunidades laborales, el duro trabajo de una readaptación para poder realizar las funciones sin el miembro que antes cumplía una función y debe ser suplido y los motivos estéticos, que ya no solamente visto desde un punto de vista social, sino personal, el verse privado de una parte de sí mismo, afectan al individuo.

Nos centramos en las amputaciones debidas a accidentes de tráfico o laborales. Estas tienen consecuencias psicológicas más devastadoras, ya que, a diferencia de la persona que nace con una malformación o la amputación por causa médica (como la gangrena), suponen una absoluta falta de previsión de lo que va a suceder, y la persona tarda tiempo en asimilar la pérdida funcional y reencontrar su propia imagen sin parte de sí mismo.

La afectación psicológica suele ser mayor en las mujeres, debido a las exigencias estéticas en la imagen femenina, algo ocurre en la etapa de la adolescencia, cuando el joven da mayor importancia a su aspecto personal. Igualmente las características personales del afectado, pueden ser una causa de mayor daño psíquico, así las personas con gran nivel de actividad, deportistas, etc, pueden ver seriamente mermada su capacidad de sobreponerse a la situación. 

En todo caso una amputación es la pérdida de una parte corporal y como en muchos casos una pérdida puede implicar un proceso de duelo por la extremidad perdida. Pero el duelo no se restringe exclusivamente a la pérdida del miembro dañado, sino a la pérdida de un estatus dentro de la sociedad, a la perdida de la “normalidad”, a la perdida de apariencia estética, a la perdida de funcionalidad corporal, a la pérdida de oportunidades, a la pérdida de la “autoimagen”, con todas esas pérdidas la autoestima bruscamente de verá dañada.

El proceso de duelo, será un proceso de adaptación a través de pasos que al ir siendo superados permitirán aceptar la nueva situación.

En su proceso de duelo el amputado pasará por el estado de shock inicial, inmediato al evento traumático, donde podrá sentirse aturdido, alejado de la realidad, en un estado de sopor etc. posteriormente entrará en la “fase de la negación” donde no aceptará lo sucedido con pensamientos como “esto no me está pasando a mí”, “estoy bien, no pasa nada”, “sigo siendo el mismo” Posteriormente vendrá la “fase del enojo” donde buscara culpables, sentirá rabia, podrá auto culparse, aparecerán los “hubiera”, “si hubiera hecho esto o aquello”; Después vendrá la “fase depresiva” donde buscara estar solo, evitara el contacto con los demás, preferirá estar en casa que salir, podrá tener alteraciones del sueño, insomnio, pesadillas, tristeza, manifestaciones de llanto, cambios bruscos de estado de ánimo, desesperación por no poder realizar las actividades que antes hacía, después pasara a la “fase de aceptación y adaptación” en esta momento comenzará afrontar cognitivamente sus nueva condición, se irá adaptando a su situación y se irá reintegrando paulatinamente a su medio social. Este proceso podrá tener altibajo s, variará dependiendo la personalidad del amputado y de las redes de apoyo así como de la atención profesional recibida.

Las consecuencias psicológicas de la amputación y las fases de duelo podrán mezclarse también con síntomas de ansiedad y estrés relacionados con el evento traumático vivido, es posible que aparezcan síntomas del trastorno por estrés agudo o del trastorno por estrés postraumático

INCAPACITACIONES


C).- Niveles de la capacidad de obrar.


1.- Plena: mayor de edad no incapacitado.

2.- En desarrollo: Minoría de edad. Diferentes



subdivisiones:

• Niños: Aproximadamente hasta 12 años.

Audiencia si tiene suficiente juicio.

• Púberes: Hasta 16 años. Matrimonio con dispensa y testamento desde 14 años.

• Grandes menores: Desde 16 años. Pueden ser emancipados y decidir por sí mismos en muchas parcelas.

3.- Mayor incapacitado natural o judicialmente,pudiendo distinguirse:

- Incapaz natural: Limitación de facultades de autogobierno sin sentencia judicial. Imposibilidad de trafico jurídico y guarda de hecho.

- Incapacitado limitadamente: Curatela. Asistencia para determinados actos.

- Incapacitado parcialmente: Tutela limitada a ciertos actos.

- Incapacitado total: Tutela completa personal y patrimonial.

- Capacidad suficiente: Un incapaz puede tener capacidad suficiente para determinados actos a pesar de la incapacidad.

En muchos de los procesos de incapacitación (los que tienen base en la limitación de las capacidades intelectuales, volitivas y psicológicas), se necesita la peritación psicológica del grado de capacidad/incapacidad de la persona.

Uno de estos supuestos en la VALORACION PSICOLÓGICA DEL DETERIORO COGNITIVO EN ENFERMOS DE ALZHEIMER especialmente en sus fases iniciales.